miércoles, 29 de agosto de 2012

Detrás de la puerta


Dejo la ropa preparada para el día siguiente, la cartera, el portfolio, tenía una reunión importante, repaso todo nuevamente y se fue a dormir, sonó el despertador, se dio una ducha, tomó un café, se vistió, tomó sus cosas y salió rumbo a la reunión, donde conocería a Rafael quien le escribió un correo diciendole que estaba interesado en su proyecto, aunque no sabía muy bien quien era Él, se dijo que puedo perder, si el lugar no me gusta, como mucho doy media vuelta y no entró, sólo el madrugón y el tiempo para llegar, cuando Francesca llegó a la dirección que le habían enviado por correo electrónico, era un edificio de veinte pisos en la zona de Puerto Madero, miró el edificio, al guardia de seguridad, y se dijo que hago entró o no entró, esa duda le recorrió el cuerpo, entró se presentó, El Guardia tomó el teléfono, aviso que Ella estaba en la recepción, corto, luego la acompañó hasta el ascensor del fondo, la oficina estaba en el último piso, con entrada privada.

Ella había trabajado en distintas revistas de arte, tenía su propia página en la que escribía, haciendo recomendaciones, subiendo entrevistas, cuando no podía publicarlas en la revista en la que había trabajado, era una apasionada por su trabajo, había estudiado Historia del Arte y un profesor la presentó en la revista en la que publicó su primer artículo.

LLegó al último piso, cuando se abrió la puerta del ascensor una joven la espera, le dijo mi nombre es Claudia, por favor acompáñeme, se sentía en la nubes, más allá de la altura del edificio, el lugar era de ensueño, algo que nunca había visto y se dijo para si, tengo que conseguir el trabajo, llegó a la oficina, aguardó un momento mientras Claudia la anunciaba, ahora si podía pasar, Rafael la recibió, con una sonrisa, un apretón de mano fuerte, era un un hombre de unos 50 y algo, alto, muy elegante, con una mirada penetrante, la invito a sentarse, le corrió la silla, tomó el abrigo de Francesca, lo acomodó en un sillón de la sala,  así comenzaron a hablar sobre la propuesta de trabajo, Rafael quería que Ella formara parte de la revista, renovarla, tener una mirada fresca, ampliar el mercado, le contó que había visto su página, por eso se interesó en su trabajo, quería eso para la revista; además Rafael iba a abrir una galería y Francesca era la indicada para dirigirla, en silencio Francesca escuchaba la propuesta, es su cabeza Ella quería decir que si, ¡¡¡¡ya!!!! y por otro lado pensaba, en lo apuesto que era Rafael, en ese momento Él la miró y le pregunto - ¿que te parece la propuesta?, ¿estás de acuerdo? -, lo miró y le dijo - si, cuando empiezo-, ahora le contestó Él, Francesca sonrió, Rafael le pregunto si estaba apurada, quería que lo acompañara a un lugar, Ella asintió y salió junto a Él.

En el ascensor hablaron de varias cosas, caminaron unas cuadras por Puerto Madero, el sol iluminaba el río, el cielo era de un azul brillante, hasta que llegaron a un local con los vidrios tapados, pero se notaba que había gente trabajando, Rafael la miró y le preguntó - ¿que te parece el lugar para una galería de arte? -, Francesca lo recorrió, vio las instalaciones, el entrepiso, se paró en el medio del salón y le dijo - es perfecto -, en ese momento Rafael la miró, la vio brillar, Francesca es una mujer de unos 40 años, de cabello castaño, ojos oscuros, no pudo, no sentirse atraído hacia Ella, se sintió vivo nuevamente, no quería esperar hasta mañana para estar con  Ella, así que la invitó a almorzar, el almuerzo duro más de lo previsto, se sentía feliz junto a Francesca, de la oficina no dejaban de llamar, la miró y se despidieron hasta mañana.

Francesca mientras volvía a su casa no dejaba de pensar en todo lo que podía hacer, todas las posibilidades que tendría en su nuevo trabajo, también se sorprendió pensando en Rafael, lo apuesto que era y lo bien que lo había pasado en el almuerzo, se dijo no pienses tonterías, se quedó dormida, al día siguiente  cuando llegó a la revista, Claudia le había preparado una oficina que estaba al lado de la de Rafael, una puerta los comunicaba, un florero de cristal con rosas rojas en el escritorio le daban la bienvenida (como el preámbulo de un amor apasionado), Claudia era su asistente, le dijo que la reunión sería en media hora, ordenó su oficina, se sentía nerviosa al saber que una puerta la separaba de Rafael, decidió borrar ese pensamiento y cuando estaba oliendo el perfume de las rosas, Él abrió la puerta, le dijo - buen día -,  le dió un beso en  la mejilla, su corazón se aceleró, tuvo miedo que Él notara lo que le pasaba, Rafael se sentía como un chico que había robado su primer beso; fueron hasta la sala de reunión, la presentó ante el resto de sus colegas, así comenzaron el día de trabajo, siguió trabajando en su oficina, la puerta que los separaba estaba abierta, Claudia la invito a comer, fueron a un restaurante que tenía una cuenta con la revista, hablaron de varias cosas y volvieron a la oficina.

Rafael le pidió que lo acompañara a la galería, ya que Ella se encargaría del proyecto, además era una excusa para estar cerca de Ella, los dos se sentían atraídos mutuamente, pero cada uno guardaba la distancia, así pasaron los días de trabajo el primer número de la revista con su material estaba en la calle y todos hablan de ella, Rafael sabía que el trabajo de Francesca era bueno que había sido una muy buena elección, nunca pensó que además se enamoraría de Ella, su situación personal era complicada, o cómoda depende el punto de vista de donde se lo mire, estaba casado hacía treinta años, tiene dos hijas grandes, la relación con su mujer, cambió cuando sus hijas eran niñas, primero vivieron en cuartos separado y en los últimos años, Ella vivía en el interior del país,  Él siguió viviendo en la ciudad, ¿porque no se habían separado?, lo económico, lo social, al principió sus hijas, ahora ya era una rutina, hasta ahora había conocido varias mujeres con las que tuvo alguna relación, pero ninguna le había tocado el corazón como Francesca, así que cada momento que podía estar con Ella, se sentía felíz, la revista era un éxito y la galería se convirtió en un punto de referencia para el arte, del que todos estaban hablando, esa noche Francesca se quedo trabajando hasta tarde, Rafael volvió a la oficina y la encontró, le pregunto que esperaba para irse a casa, Ella lo miró y le dijo - no quiero dejar esto, pendiente para mañana -, no era la primera vez que Francesca se quedaba hasta tarde, vivía sola, había convivido con alguien durante diez años y cuando quiso formar una familia, el tomó sus cosas y se fue, sólo le quedaba su trabajo, y un perro que la esperaba detrás de la  puerta todas las noches.

Rafael extendió su mano y le dijo - vamos a cenar-, la llevó a un pequeño restaurante en la zona de Devoto, donde podrían hablar tranquilos sin el bullicio de la gente que va y viene, la charla los llevó a hablar de Ellos, se contaron sus intimidades, sus miedos, sus tristezas, al final se tomaron de la mano y se miraron a los ojos, fueron a la casa de Francesca y ahí se amaron como nunca lo habían hecho en su vida, la pasión, la lujuria, el amor, los envolvió esa noche, fue el principio del gran amor que vivirían, la casa de Francesca era su lugar en el mundo, ahí eran uno, desde ese día Francesca recibía todas las semanas un florero con rosas rojas, en la revista conservaban las formas, no se reunían a solas, y las puertas de sus oficinas si ellos estaban solos, siempre estaba abierta, el tiempo pasó y su relación seguía adelante como el primer día en que se amaron.

Era más el tiempo que pasaban juntos en la casa de Francesca, que separados, esa noche Rafael la sorprendió, con un ramo de rosas rojas y un anillo de diamante,  le dijo que hablaría con su esposa, quería que Francesca fuera su esposa, ya no quería seguir ocultando su amor por Ella; pasaron el fin de semana juntos, planificando su vida, lo que harían, le prometió que pasarían su luna de miel en  París,  y luego irían a Venecia, solían viajar juntos pero lo hacían los fines de semana largo o a veces Ella se pedía días y Rafael  se tomaba los últimos, todo para no crear sospechas, sus viajes eran cortos, ahora recorrerán el mundo, por primera vez, llegaron juntos a la oficina, ese día se trataron de otra manera, Rafael llamó a su esposa y le dijo que tenía que hablar con Ella, que esa noche viajaría a verla.

Almorzaron juntos, le dió un beso y le dijo me voy vuelvo en dos días, Rafael había sido piloto comercial, tenía un avión así podía seguir volando, Francesca y Él habían realizados varios viajes juntos, a Él le gustaba volar, esa noche había una tormenta eléctrica, no quiso posponer el viaje, se dijo no es la primera tormenta que veo en mi vida, puedo con ella, la tormenta lo envolvió en su furia, como si fuera una amante despechada, le hizo perder su ruta, los instrumentos comenzaron a fallar,  hasta que un rayo lo toco, en ese momento a Francesca se le estremeció el pecho, sintió un dolor profundo, que no la dejaba respirar, Rafael mientras perdía el control del avión, vio en su mente a Francesca desnuda y plena después de una noche de amor juntos, con esa imágen en su mente, el avión se estrelló en un campo,  la explosión fue tan grande que los pocos habitantes del lugar fueron a pesar de la tormenta, cuando llegaron ya nada podían hacer, el avión ardía en llamas.

Francesca intentaba sin éxito comunicarse con Rafael, hasta que sonó el teléfono de la oficina y pensó que era Él, pero no era así, la esposa de Rafael, llamó  Francesca atendió al oír su voz, el corazón se le paró creyó que la llamaba para decirle de todo, pero Ella pregunto por Él, ahí se le hizo un nudo  en el estómago y le dijo - no, viajó anoche -, Francesca temía lo peor, comenzó a hacer llamadas a todos los lugares que le eran posibles, hasta que alguien le dio la respuesta que no quería; se quedó sentada en la oficina con el teléfono en la mano y las lágrimas comenzaron rodar por su rostro, en eso entra Claudia, le pregunta que le pasaba, Francesca con la voz quebrada le cuenta lo que ocurrió y toda la oficina se sintió hundida en el dolor, un dolor que la abrazaba a Ella, que la ahogaba, y no la dejaba respirar,  se preguntaba ¿porque?, si no hubieran soñado una vida juntos, esto no hubiera pasado se decía, tantos ¿porque? sin respuesta.

Durante el funeral una de las hijas se le acerca, la abraza y le dice al oído - mi Papá te amaba era feliz desde que estaba con vos, nunca lo olvides -, Ella la miro a los ojos y no pudo decirle nada, no tenía palabras que decir, después del funeral, todos volvieron a la revista, Francesca se sentó por un momento, vio la oficina de Rafael vacía y ahí entendió que ya no lo vería más, escribió una carta, ordenó el trabajo, cuando todos se fueron, junto sus cosas las puso en una caja, y dejó la carta en la oficina de Rafael, apagó la luz y se fue.

Fue la última vez que volvió a la revista, a la galería, como hacerlo, si su gran amor ya no estaba, nuevamente solo tenía a su perro esperando detrás de la puerta de su casa.


Stella Maris Leone Geraci
Artista Plástica - Fotógrafa

E-mail: stellamarisleonegeraci@gmail.com
twitter: @stellamleone







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